Para la colección Etnia de Tolentino Haute Hats en la tienda de Elena Benarroch.
Hasta que las separó Hércules, África e Iberia eran lo mismo. Las colinas del estrecho son las columnas del semidiós que se atrevió a partir la tierra. Etnia son dos mundos separados, pero unidos por sus ritos ancestrales y sus luchas, por la orografía y la vegetación, por la Madre Tierra, diosa venerada y ultrajada. Etnia revitaliza y sana el paisaje destruido por el hombre y enseña la fuerza que une la cultura de dos pueblos.
Sobre el horizonte una nube de polvo va arrasándolo todo, la tierra tiembla como un tambor ritual. Etnia no solamente es el soporte donde apoyar las piezas de la colección. En esta intervención, una vez más, el paisaje representa la unión de sus significados y de sus convulsiones. Al entrar, después de que se haya asentado la nube de polvo y se hayan acallado los cánticos, el visitante contemplará Ruanda, la tierra de las mil colinas, reflejada en la orografía y las especies vegetales de Extremadura. Fruto de esa unión antepasada y mítica nace el paisaje Etnia.
Instalación para la exposición-performance ETNIA de Tolentino Haute Hats en la tienda de Elena Benarroch. Madrid, 2016.
Naturaleza viva, PVC, hormigón, poliespán, textil.
Tiempo de montaje: 50 minutos.