Bajo la consigna de desarrollar una puesta en escena basada en el color rojo, el artista se ha inspirado en el paisaje del bajo Guadalquivir, un horizonte en movimiento donde las colinas son las protagonistas. Montículos de claveles y rosas, todos en los más apasionados tonos rojos, han conformado un paisaje cambiante a lo largo de la pasarela, como un torrente de vida que atrapa y coloniza el espacio.
En ese movimiento de expansión floral, los puentes de Castilla y León de la plaza han quedado inmersos en un manto de color rojo intenso, en el que convivían maravillosamente la belleza de la arquitectura y la delicadeza de la naturaleza. La combinación de los claveles rojos, epítome de la flor mediterránea, y las rosas Naomi, de delicada fragancia, ha permitido a Cisneros generar una discontinuidad en el movimiento del espacio.
Además de estos elementos, en la escenografía se han introducido otros más populares como gitanillas, geranios, lavandas, albahacas y romeros, plantados en macetas de barro y cestos de paja y mimbre para así reflejar la tradición y la cultura andaluza, empleando materiales de la tierra trabajados por las manos artesanas curtidas por el paso del tiempo – herreros, alfareros, agricultores, floristas -, todos de la tierra que conforma el Valle del Guadalquivir.
Los 45 grados de Sevilla en junio en plena ola de calor y la logística complicada de coordinación de equipos de trabajo formados por decenas de artesanos han sido algunos de los retos a los que el equipo de Fran Cisneros ha tenido que enfrentarse. Por otra parte, se ha tenido especial cuidado para proteger todo el patrimonio arquitectónico de la plaza, diseñando todo un sistema de estructuras para evitar el más mínimo contacto de la flor con el monumento.
La sostenibilidad y reutilización de los recursos naturales empleados ha sido igualmente una preocupación principal para Cisneros. Gran parte de las flores utilizadas formarán parte de la decoración floral para la XIII GALA BENÉFICA TIERRA DE HOMBRES, ONG, dedicada a la ayuda a niños desfavorecidos, que tiene lugar el día siguiente al desfile. Y finalmente todas las flores se transformarán en compost, proceso que llevará a cabo en una planta de compostaje local.