Marchesa, Caminado bajo la copas de los árboles

Por fin se abren las puertas del palacio y con paso firme aparece una mujer fuerte, pero de aspecto delicado, belleza contenida, elegancia absoluta.
Es Marchesa, pasea entre sus invitados intentando pasar desapercibida, pero es inútil, todos la observan, ella es la luz.
Junto al estanque aparecen pequeños grupos de personas rodeadas de vegetación. Rincones (set) de ensueño desde donde observar el firme caminar de Marchesa bajo las copas de árboles centenarios.
De los viejos árboles cuelgan lámparas de cristal de roca de la que aparece un pequeño destello de luz.
De repente el espacio se abre, el jardín en su máximo esplendor la recibe y al fondo, justo delante del lago está la pérgola dorada (Dosel cama antigua S.XVIII) donde descansar (Sillón Luis XVI).